No importa por la situación que estés pasando, ten algo bien claro, ámate y acepta quien eres, con orgullo, con una gran sonrisa. Si no estás satisfecho con tu físico, si has pasado por experiencias desagradables que ya no puedes dar marcha atrás, si tienes una enfermedad, una relación disfuncional, falta de trabajo, ámate, rompe con el patrón de echarte la culpa, de decir que las cosas están malas.
Muchas veces nos preguntamos porque no rebajamos, no nos curamos, no atraemos a la pareja o el trabajo ideal. Muchas personas hacen ejercicios, comen saludable y aun así se enferman. Otras van de una mala relación a otra mala relación, sin entender porque le tocan todas las parejas erróneas.
¿Mi confesión? Yo también he pasado por varias de estas experiencias, teniendo una relación con una pareja que no me conviene, el trabajo inadecuado, una enfermedad que no parece curarse. Desde que aprendí a perdonar y perdonarme, me siento mucho mejor y confío. Perdona a toda persona que ha llegado a tu vida y te ha herido. Piensa, ¿aprendiste algo de esa “mala” experiencia? Perdónate, por haber caído en esa “trampa”, y entiende y agradece que esa “trampa” te hace crecer.
Hoy me siento libre. Confieso que una de las maneras que he aprendido a perdonarme es, mirarme al espejo y cada vez, sonreir y decirme, me amo y me acepto como soy.