Por alguna razón el guineo (banana) se ha ganado una mala reputación, por tener un alto contenido de azúcar. Sin embargo, el azúcar procesada y el azúcar natural son completamente diferentes. Según Anthony William en su libro, “Medical Medium Life Changing Foods”, el azúcar en un guineo está unida a minerales como manganeso, selenio, cobre, boro y molibdeno, y al mineral potasio, el cual es uno de los nutrientes críticos para la función de los neurotransmisores. Además, son altos en amino ácidos que trabajan junto al potasio como un catalítico para la producción de electrolitos.
Los guineos son poderosos antivirales, tan poderosos, que tienen la capacidad de repeler el crecimiento del HIV. Esta fruta ayuda a calmar desordenes del sueño, como el apnea, a reducir la ansiedad, y a aliviar la depresión. Son un excelente destructor de hongos, incluyendo el famoso Candida; ayudan a calmar desordenes gastrointestinales relacionados al estrés; estabilizan el nivel del azúcar en la sangre; y ayudan a balancear tu peso.
A nivel emocional, los guineos fortalecen quienes somos, “pelando” nuestros escudos falsos y exponiendo nuestro verdadero ser. Nos ayudan a expresar nuestro deseo de ser productivos, dejando la procrastinación y el resentimiento atrás.
A nivel espiritual la planta de guineo nos enseña a planificar para estar listos para el futuro y a fortalecernos rápidamente para crecer luego de un mal tiempo.
Escucha a tu cuerpo. Si deseas algo dulce, opta por un guineo.