Irma Ruiz, quien se convirtió en toda una experta en la disciplina a sus 56 años, asegura que existen diversas prácticas para “cultivar el estado de ser”.
La soledad es una de las quejas más comunes entre los adultos mayores, que no solo tiene implicaciones sociales, sino que puede llegar a desencadenar ansiedad y depresión, entre otros problemas de salud.
Para enfrentar la situación, generalmente pensamos en la necesidad de que esas personas tengan compañía, que se muden con alguien o que llenen su día con actividades. Sin embargo, muy pocas veces pensamos en lo efectivo que pueden ser prácticas contemplativas como el yoga y la meditación, o el mindfulness o atención plena.
De hecho, esta última es una disciplina que se ha integrado a la medicina y a la psicología en las pasadas décadas, y en la Clínica de Reducción de Estrés del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts, se utiliza para tratar problemas físicos y psicológicos, dolor crónico, depresión y otros síntomas asociados al estrés. La institución fue fundada por Jon Kabat-Zinn, quien es referente mundial del mindfulness y quien, en 1979, también estableció allí el Base Stress Reduction Program.
Allí, precisamente, fue que Irma “Mimi” Ruiz se fue a estudiar esa disciplina en 2013. “Decidí, a mis 53 años, solicitar a la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts”, dice para puntualizar la edad a la que comenzó los estudios que terminó hace unos meses.
Qué es el MINDFULNESS?
Sobre la disciplina, Irma explica que es un ejercicio para estar presente y conectados con lo que sucede en nuestro cuerpo y nuestro alrededor de forma consciente; es tener la intención y practicar la forma de prestarnos atención a nosotros y a nuestro ambiente con interés, curiosidad y aceptación.
“Mindfulness es traer tu experiencia a la presencia de este momento con apertura, sin pasar juicio sobre la experiencia que estás teniendo. Es estar consciente”, explica Irma.
Precisó que existen diversas prácticas para “cultivar el estado de ser”.
“La meditación es una práctica para cultivar el mindfulness. Meditar es dirigir tu atención a un objeto o una actividad en particular. La gente, a veces, sobre todo en el inicio, se distrae, pero el asunto es traerlo de nuevo. Y con la práctica se logra un estado presente más permanente”, sostuvo.
“Hay que prestarle atención al cuerpo al respirar, al hacer movimientos, cuan sencillos sean, hay que suavizar el cuerpo, andamos trincos y vivimos aquí arriba (dice y señala la frente). Hay que vivir con la dimensión completa, el cuerpo, el cerebro, nuestra mente, que puede ser nuestro peor enemigo o el mejor aliado”, declara.
A quien participa, la práctica le ayuda a reconocer lo que siente su cuerpo, a reconocer lo que le preocupa, lo que quiere hacer, lo que tiene y a quien tiene a su alrededor, a poner su vida y problemas en la justa perspectiva, a discernir mejor y a tranquilizarse, entre otros efectos que redundan en beneficios a su salud física y mental, según estudios realizados.
“Con el sentimiento de soledad que, ciertamente, puede desencadenar sentimientos de mucha tristeza, es importante reconocer que puedes estar solo pero no sentirte solo. Y las prácticas de mindufulness te ayudan a cultivar las relaciones, la más importante, la tuya. Te dan un sentido de equilibrio. La capacidad de estar presente es una destreza que se desarrolla, uno aprende a autoregular las emociones, puede desarrollar más conexión con los familiares, se enseña a buscar el bienestar para uno, es algo que uno crea. No hay un momento en particular para empezar, puede ser ahora, no importa la edad que uno tenga”, destaca Irma, quien ofrece clases de mindfulness los martes a las 6:00 p.m. en el Museo de Arte de Puerto Rico, en Santurce, a cambio de que los participantes den un donativo a esa institución.
En dos aguas
Eso es solo parte de lo que hace Irma, pues también ofrece clases a domicilio y pronto comienza con talleres basados en la certificación que recientemente obtuvo del programa de Mindfulness Based Stress Reduction.
Esta etapa de su vida llegó como un desarrollo natural del camino que ha recorrido como maestra de yoga y practicante de otras disciplinas contemplativas como la meditación y los retiros de silencio.
De hecho, esas disciplinas la llevaron a diversificar anteriormente su carrera al integrarlas en talleres dirigidos a ejecutivos de la industria de la banca, principalmente.
Ya Irma trabajaba con esos profesionales porque, luego de laborar en la oficina de relaciones públicas de un banco por casi una década, se quedó ofreciendo servicios como consultora en el desarrollo de adiestramientos a grupos de gerenciales. “Yo veía los retos que tienen los ejecutivos para lograr un balance en sus vidas”, recuerda la también fundadora de la empresa The Anew Group cuya preparación académica es en el área de de comunicaciones y empresas.
Facilitadora Irma Ruiz
Por Mildred Rivera Marrero
El Nuevo Dia
7 de agosto de 2017