En un momento difícil se me coló la desesperanza. Mis pensamientos y emociones se descontrolaron. No entendía por qué las cosas habían sucedido
de esa forma.
Compartir y expresarme con Millie fue encontrar una voz amiga – llena de comprensión y empatía. Pude identificar los momentos que dejaron huellas, para poder enfrentarlas.
La forma en que llegué a ver las situaciones fueron reemplazadas por los toques de Milagros, de alguien con gran optimismo y amor. Entonces, pude ver los porqués. Creí en mí y le doy gracias a Milagros Santos-Díaz por creer en mí desde el principio.